Al tenerla frente a frente no se detuvo y le habló,
de su arrepentimiento profundo
por el dolor que le causó.
Que no se separaran nunca, fue eso lo que pidió.
Dónde había estado aquel tiempo, ella le preguntó.
Que bueno que lo pregunta, aliviado reflexionó.
Quiso decirle enseguida, cuando algo se lo impidió.
En ese momento entendía que su voz no era su voz!
En un intento desesperado,
por comprender la situación,
echó una mirada de espanto
por la exótica habitación.
Lunas y estrellas pegadas, entre luces de neón!
Todo aquello era raro,
pero lo que realmente le impresionó,
fue no poco aterrado las manos
que al bajar la vista divisó!
Eran dos manos crispadas,
de arqueadas uñas bermellón,
que apretaban con esmero una foto
antigua de él con sacón.
Imposible fueran las suyas, fue eso lo que pensó!
Sintió una fuerza profunda, una especie de chupón.
Por más que quiso aferrarse, de aquel sitió lo lanzó,
hacia el vacío infinito, a un lugar que qué se yo!
Antes que cayera la noche, la médium su local cerró.
Mientras contaba los billetes, con aire bien socarrón,
se dijo que no era tan malo
ser dueña del aquel gran don.
